domingo, 10 de junio de 2012

LA MENTIRA

Las mentiras más crueles son dichas en silencio. Robert Louis Stevenson

 
El Dorado europeo ha perdido su brillo. Una triste historia que veo con más frecuencia en mi ciudad, la imagen de un inmigrante arrastrando un carro del supermercado repleto de chatarra. La actual crisis está llevando a muchos africanos a recoger hierros o cualquier otro metal de desecho por las calles de las ciudades. Los he visto recorrer la ciudad entera tirando de pesados carros para vender lo que han recolectado. A ninguno de ellos les gusta hacerlo, pero no han tenido más remedio tras el derrumbe del sector de la construcción.

Europa ya no tiene nada que ver con el Dorado que soñaban cuando estaban en su tierra. Aquí han descubierto que también existe la pobreza; continuos desahucios que dejan a familias enteras sin techo, gente que escarba entre la basura para poder comer, comedores sociales abarrotados, mendigos que se aglomeran en las principales calles de las ciudades…

Hay muchos africanos que desearían volver a su tierra pero gastaron todo lo que tenían por este viaje. Muchos han vendido sus negocios y otros se han endeudado con los familiares y amigo para venir a España. Vinieron pensando que encontrarían trabajo, que pronto enviarían efectivos a sus familias para ayudarles a construir una vida más digna y que tal vez, algún día conseguirían traer a los suyos a la tierra de la abundancia. Pero no hay abundancia, no hay trabajo, no hay dinero, no hay valores, no hay comprensión… Se han topado con una crisis económica que tiene a millones de españoles y de extranjeros en paro. Y tomar la decisión de volver con las manos vacías es para muchos una autentica agonía, sobre todo cuando muchos de ellos adornan su vida para tranquilizar a sus familias. La decepción no les ha dejado otra opción que quedarse y enfrentarse con lo que hay. Llevan consigo una carga emocional tremenda. Volver a África supone que hay que tragarse el orgullo del que vuelve con una mano delante y otra detrás…

La mentira da título a esta intima y emotiva canción del grupo Lokolé, un grupo que nace de la mano de Doudou Nganga y que se ha convertido en el símbolo del mestizaje entre los inmigrantes africanos y la juventud murciana. En boca de Doudou, la canción refleja una “triste historia sin contar. ¡Parte negra de Europa, que mi tierra sigue sin saber! Lo difícil que es vivir bajo la selva de hormigón. Cuando el dinero y el tener material te roba el alma. ¡Tanto esfuerzo cada día! ¿A qué precio? ¿Qué tenías?,  ¿qué tienes? “Mawa, mawa”…  (“Triste, triste “)…

 

Actualmente Lokolé está buscando financiación para terminar la grabación de su segundo disco. Hasta el momento tan sólo han podido grabar dos de los diez temas que componen el disco, ya que se han visto obligados a parar la grabación por falta de presupuesto. Sería genial contar con vuestra ayuda y conseguir entre todos, preservar su espléndida música, su esencia, su sencillez, su emoción y su espontaneidad. Melodías y ritmos que en tantas ocasiones nos han hecho sentir en pleno corazón de África. Anímate y colabora con Lokolé. Para ello, han desarrollado una original iniciativa que permite que puedas comprar su segundo disco por adelantado a través del siguiente enlace http://www.proyectolokole.com/colabora-con-lokolé

Gracias anticipadas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario